La dicótoma opinión pública venezolana
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Gráfica de la alegoría de la caverna, capítulo siete de La República de Platón. |
Introducción
Para Elisabeth Noëlle-Neumann autora de La espiral del silencio, la opinión pública nace de la observación del individuo acerca de su entorno social. Éste se encuentra involucrado en la participación debido a su condición de ciudadano, sin embargo, ésta participación estará identificada como: política o social. El acto hace referencia a involucrarse por sí mismo, en cualquier acción, pero dejará de ser político para convertirse en social, cuando se crea un vínculo, una relación que nos hará dependiente de un péndulo que oscila semejante al de Foucault.
Giovanni Sartori (2008) argumenta que en
un gobierno democrático, el pueblo también es gobernante, pero sólo cuando hay
elecciones, lo que significa que éstas “expresan en su conjunto la opinión
pública”. (p.32,33)[1]
Mientras que, Karl Deutsch desarrolló “el modelo de cascada”, en el que se
expone una cascada de agua, en la que cada vez que las opiniones descienden
desde arriba se mezclan hasta llegar de forma diferente y con aportaciones a la
población. (p.33)[2]
El orden descendente está regido por los
contenedores del proceso de formación de la opinión pública: 1) La élite
socioeconómica; 2) La élite político—gubernamental; 3) Los medios de
comunicación; 4) los líderes de opinión; y por último, 5) La población.
Así, la opinión pública se define como:
concepciones del individuo acerca de los acontecimientos de un determinado
territorio, pudiera ser en general, siempre y cuando en éste habiten sujetos
que hagan posible la dinámica social, los procedimientos políticos y la
regulación de las normas de convivencia en las civilizaciones.
Partiendo de ésta base de citas, se
argumentará la influencia de los rumores y los chismes en la formación de la
opinión pública.
Rumores y chismes: la mediática de la elite, el
juego de las minorías
·
Rumor: según DLE
Rumor: según DLE
1. m. Voz que
corre entre el público.
2. m. Ruido
confuso de voces.
3. m. Ruido
vago, sordo y continuado.
Partiendo de la definición del
diccionario, se hace énfasis en la palabra ruido, debido a que en la
comunicación cuando éste factor existe se pierde la eficacia del proceso, lo
que significa la carencia de veracidad, de claridad y objetividad, ante la
prevalencia de la presunción. De manera precisa, un rumor: es un ruido que afecta el proceso de la comunicación, entre
quienes forman parte del público. Y determinados por la interrelación se medirá
la magnitud del asunto carente de veracidad.
· Chisme:
según DLE
1. m. coloq.
Noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende
indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna.[3]
2. m. coloq.
Baratija o trasto pequeño.
Éste término tiene varias definiciones, pero aquí se hace referencia a las más importantes. Sin embargo, se puede notar que es un coloquialismo que ha sido adaptado al lenguaje y podemos definirlo como: prejuicio que se tiene en un determinado lugar, acerca de alguien, algo o cosa. Calificativa y juzgadora, en ocasiones denigrante.
En la historia la expresión “opinión pública” se encuentra después de la Revolución francesa, una vez habiendo alcanzado su madurez. La estrategia de “iluminar” a la sociedad, fue un ardid de la cual se valieron los líderes de la insurrección, debido a que no podía ser consolidado como un proceso democrático sin un público que manifestara opiniones. Se determinó que el concepto es una asociación política debido a su uso en el siglo XVIII y XIX.
No obstante, ³Deutsch plantea un modelo estructurado por elites constituida por una reserva ante el flujo de información, determinada para un status y una clase.
1)
La
élite socioeconómica: propietarios, accionistas, empresarios, inversores y ejecutivos,
bancos, negocios, instituciones, corporaciones.
Ésta
clase maneja tecnicismos que difieren de los demás a considerar, partiendo del
objetivismo en el que se encuentra la economía y su absolutismo. Es decir, para
tener una amena lectura de Pasquali hay que tener al menos la mitad de
información que él posee y manejar un vocabulario a la altura, de lo contrario
todo será absurdo y hará ruido.
2)
La
élite político—gubernamental: gobierno nacional, miembros del Ejecutivo,
Legislativo, Judicial, funcionarios civiles y militares.
Actualmente
es una clase de diferencias porque ofrece oportunidades a quienes forman parte
de la nación como simples ciudadanos, todo fundamentado en la democracia. Suele
ser dicotómica.
3)
Los
medios de comunicación: periódicos, revistas, emisoras de radio y televisión,
agencias de publicidad, productora de cine y de discos, redes electrónicas,
editoriales.
Se
caracteriza por su vínculo con las demás clases, debido a que sin ellas sería
un sinsentido. Sin embargo, se rige por reglamentos propios y bases elaboradas
en el medio.
4)
Líderes
de opinión: Suelen confundirse los roles. No todos quienes hablan y difunden en
los medios de comunicación son de ésta clase. Por eso, ante la definición se
encuentra una descripción indirecta de quienes pueden ser de ésta elite: locutores,
moderadores, periodistas y comunicadores. Ellos transmiten la información que
será interpretada por los ciudadanos.
Ésta
clase sólo participa de forma indirecta, en algunos casos se involucra
directamente, aunque siempre se encuentra limitado y condicionado sólo a la
denuncia pública.
5)
El
electorado: Se cuantifica entre un 50-90 % de la población adulta de las
democracias. Votantes y participantes de sufragio.
Ésta
es una clase constituida por ciudadanos, condicionados o con un vínculo
jurídico.
Así, una vez consumado el proceso de la comunicación podemos deducir que no siempre habrá eficacia ante la formulación de la opinión pública, debido a que es ésta una realidad democrática condicionada totalmente por las elites que conforman un país o un determinado territorio con circunscripción jurídica.
Entonces, la expresión y el tratamiento son factores determinantes ante la diversidad y el tecnicismo, porque no habiendo la modalidad del lenguaje, la precisión y la certeza para la clase adecuada, el sujeto está expuesto a la exclusión o al prejuicio, pero lo elemental, está condicionado a generar la opinión pública con sobrevaloraciones y aportaciones del juicio ante la suposición, el ruido, el rumor y el chisme. Desplazando la ética y la moral comunicacional a otro sistema.
Así, una vez consumado el proceso de la comunicación podemos deducir que no siempre habrá eficacia ante la formulación de la opinión pública, debido a que es ésta una realidad democrática condicionada totalmente por las elites que conforman un país o un determinado territorio con circunscripción jurídica.
Entonces, la expresión y el tratamiento son factores determinantes ante la diversidad y el tecnicismo, porque no habiendo la modalidad del lenguaje, la precisión y la certeza para la clase adecuada, el sujeto está expuesto a la exclusión o al prejuicio, pero lo elemental, está condicionado a generar la opinión pública con sobrevaloraciones y aportaciones del juicio ante la suposición, el ruido, el rumor y el chisme. Desplazando la ética y la moral comunicacional a otro sistema.
Hegemonía comunicacional
De la Real Academia Española: Del gr. ἡγεμονία hēgemonía 'dirección, jefatura'.
1.
f. Supremacía que un Estado ejerce sobre otros.
2.
f. Supremacía de cualquier tipo.
Entiéndase que comunicacional es un adjetivo que significa un carácter relativo a
la comunicación, entonces, una vez definido los términos, sustentaremos nuestro
desarrollo.
[4]Gramsci
(1891-1937) plantea que la hegemonía desde una dimensión cultural-popular; –en
la que se involucran inevitablemente las clases- ésta se vería influenciada por
el dominio de las masas que al final sería la clase predominante por la
cantidad. Éste autor de índole marxista plantea la hegemonía como un
absoluto-cuantificable que precede a las minorías.
Según la definición de [5]Analítica
“la hegemonía comunicacional tiene un carácter totalitario al pretender someter
a la población a una ideología particular y a una sola visión del mundo
restringiendo cualquier manifestación libre del pensamiento que contraríe la
verdad oficial hegemónica.
Todo Sistema democrático es por naturaleza
anti hegemónico porque su propia esencia reposa en la libre expresión del
pensamiento y de las ideas que permiten el ejercicio de la libertad dentro de
la pluralidad.”
[6]Martín-Barbero “Está, en primer lugar, el concepto de hegemonía elaborado por Gramsci, haciendo posible pensar el proceso de dominación social ya no como imposición desde un exterior y sin sujetos, sino como un proceso en el que una clase hegemoniza en la medida en que representa intereses que también reconocen de alguna manera como suyos las clases subalternas.” (p,84-5)
En relación a lo expresado anteriormente,
la hegemonía comunicacional es un proceso de cambio y transformación en la
supremacía de la trasmisión de información para con y las clases, con
clasificaciones de elites y simplificaciones destinadas a la difusión
masiva. Entonces, me permito parafrasear
a Barbero, cuando afirma que no hay hegemonía, sino que se hace, luego se
deshace y se rehace, en un proceso permanente.
En conclusión, la hegemonía se convierte en proceso cuando gramaticalmente a su lado lleva el adjetivo comunicacional, puesto que la comunicación son fases determinadas por la los factores y los elementos que la conforman. Sin embargo, éste proceso guarda las características del sentido o apropiación de poder y seducción antes que la fuerza.
Runrunes
de Nelson Bocaranda
El periodista de alta trayectoria en el territorio nacional, con experiencia en el espectro televisivo y radiofónico, decidió utilizar la web como cambio y fuerza de voz al nuevo siglo. Sin embargo, sus runrunes no son más que mediaciones amarillistas que se encargan de sobrevalorar la realidad venezolana.
Los runrunes de Bocaranda están diseñados más que como denuncia pública, trascienden a la política, con fundamentos en el periodismo ideológico y el columnismo. Debido al análisis realizado de la estructura del modelo de cascada, éste puede ser considerado en la elite de líderes de opinión.
Con el
mazo dando, conducido por Diosdado Cabello
El vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela es un político y militar venezolano que ha formado parte de la historia contemporánea como una figura pública que se ubica en la elite política-gubernamental, por lo tanto, a través de su programa transmitido los miércoles a las 9 pm por VTV y ANTV, se encarga de generar matriz de opinión en los sectores partidistas-ideológicos de la nación. También se refuerza el rol comunicacional del actor político mediante el uso de la web en una modernidad inevitable.
El vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela es un político y militar venezolano que ha formado parte de la historia contemporánea como una figura pública que se ubica en la elite política-gubernamental, por lo tanto, a través de su programa transmitido los miércoles a las 9 pm por VTV y ANTV, se encarga de generar matriz de opinión en los sectores partidistas-ideológicos de la nación. También se refuerza el rol comunicacional del actor político mediante el uso de la web en una modernidad inevitable.
La Iguana tv
Éste portal web ha contribuido al periodismo ideológico venezolano, a través de la plataforma se da la publicación de opiniones y columnistas que actualmente mantienen la opinión pública en el país. Sin embargo, al ubicarlo en la estructura del modelo de la cascada, sería un ejemplo mixto, debido a que en un primer momento estaría en la elite de líderes de opinión y en un segundo momento al encontrar economistas como columnistas estarían en la elite socio-económica.
Luis Vicente León
El presidente de la firma Datanálisis, empresa dedicada al mercado, se ha convertido en un líder de opinión pública ubicado en la estructura del modelo mediante el cual se sustenta el desarrollo de éste ensayo, en la elite socio-económica, debido a que ejerce alta influencia en la opinión pública del país.
Para concluir éste bloque en desarrollo, todos estos actores son posibles mediante la interdependencia que se sustenta de las instituciones y la interrelación que se mantiene entre los individuos o personas jurídicas del territorio; y en consideración al desarrollo de éste análisis habría que estudiar con detenimiento los términos utilizados para la denominación de la opinión pública venezolana, puesto que actualmente se encuentra algo lejos de la atomización, refugiada en la dicotomía, por lo tanto, fuera de la polarización.
Conclusión
El pensamiento fue, es y será el miedo de los regímenes políticos. Hay que tener en cuenta, que al mencionarse la palabra política no necesariamente habría que permitirle una asociación con el Estado, sino con la interrelación entre los individuos, ciudadanos y personas. De modo pues, que habría que tener en cuenta para un manejo eficiente del proceso de la comunicación no sólo un lenguaje preciso y determinante para las elites, sino también el conocimiento adecuado para la condición de la difusión de información.
El vocabulario y la expresión ambigua han hecho de la opinión pública venezolana un sinsentido monótono y alarmante, debido a que un pueblo democrático que no tiene nada qué pensar, mucho menos tendrá algo qué opinar. Actualmente, el doxa se encuentra como el modelo constitucional y jurídico de la nación, como un simple modelo extraído y adquirido por otra nación condicionada por factores y escenarios distintos al nuestros.
A considerar, en sus publicaciones periodistas, [7]Arturo Uslar Pietri plasmó que: “Cuando un pueblo llega a tener conciencia de su misión, de su camino, de su básico y permanente interés, puede subordinarlo todo a esos fines superiores y subir en el camino de la historia.” (p,17).
[1] Y ² Sartori, G. (2008). La democracia en 30 lecciones. Madrid:
turus.
[4]Gruppi, L. (1978). El concepto de Hegemonía en Gramsci. 28
de abril de 2012, de Gramsci.org Sitio web: http://www.gramsci.org.ar/GRAMSCILOGIAS/gruppi-heg-gramsci.htm
[5] Analítica. (2014). La hegemonía comunicacional. 8 de
agosto de 2014, de Analítica Sitio web:
http://www.analitica.com/opinion/la-hegemonia-comunicacional/
[6]
Martín-Barbero,
J. (1987). De los medios a las
mediaciones. Barcelona: Gustavo Gili, S.A.
[7]
Arturo Uslar Pietri.
(1947-48). De una a otra Venezuela. Caracas:
Monte Avila Editores.
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